Este examen
generalmente se realiza en pacientes ambulatorios.
En el examen
central de DXA, que mide la densidad ósea en la cadera y la columna, el
paciente se recuesta en una mesa acolchada. Un generador de rayos X se
encuentra ubicado debajo del paciente y un dispositivo de imágenes, o detector,
se posiciona arriba.
Para evaluar la columna, las piernas
del paciente se apoyan en una caja acolchada para aplanar la pelvis y la parte
inferior (lumbar) de la columna. Para evaluar la
cadera, el pie del paciente se coloca en una abrazadera que rota la cadera
hacia adentro. En ambos casos, el detector pasa lentamente por el área,
generando imágenes en un monitor de computadora.
Usted debe
permanecer inmóvil y se le puede solicitar que contenga la respiración por unos
segundos mientras se toma la imagen de rayos X para reducir la posibilidad de
que ésta resulte borrosa. El tecnólogo se dirigirá detrás de una pared o
hacia la sala contigua para activar la máquina de rayos X.
Los exámenes periféricos son más
simples. El dedo, la mano, el antebrazo o el pie se colocan en un pequeño
dispositivo que obtiene una lectura de densidad ósea en pocos minutos.
Actualmente
se ha empezado a realizar un procedimiento adicional llamado evaluación
vertebral lateral (LVA) en muchos centros. La LVA es un examen de dosis baja de
rayos X de la columna para detectar fracturas vertebrales que se realiza
mediante la máquina de DXA.
La LVA sólo suma unos pocos minutos a
la duración del procedimiento DXA.
El examen de densidad ósea de DXA por
lo general se realiza en 10 a 30 minutos, dependiendo del equipo utilizado y
las partes del cuerpo examinadas
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